domingo, 16 de mayo de 2010

corazón valiente

Late. Late agazapado, adentro tuyo, ansioso, acelerado. Late, y si lo parás no hay vuelta atrás, así que… ¡liberalo! Dejalo fluir, como una fuerza arremolinada en el epicentro mismo de tu ser. ¡Dejalo que te convulsione, que te rompa en mil pedazos! ¡Dejalo que te vacíe de emoción y luego te tire al abismo! ¡Entregate, furioso y enajenado a la pasión que brota de tu garganta! ¡Pegate, pegame, matate, matame! ¡No vaciles más! Te ves, acá, en tu versión más carnal, más primitiva, ¡no te tirés para atrás! ¡Dejá de pensar y empezá a ser! Sentite en cada célula como el animal que sos, abrite paso entre los barrotes de tu jaula, corré hacia la libertad. Olvidate del pasado y no pienses más en el futuro. ¡Corré, corré, corré!










Late. Y en vos está dejarlo salir.

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